¡Hola!, cómo estás? De corazón espero que todo bien.
«LA VIDA EN SÍ ES EL MÁS MARAVILLOSO CUENTO DE HADAS.»
Hans C. Andersen
Así como lo lees, una de las mejores fases y más divertidas de este ciclo para dar el siguiente paso y llevar tus sueños a la acción es CELEBRAR.
Celebrar implica tomarnos un momento, frenar con la rutina y realizar actividades en conmemoración y festejo por algo que sucedió. Es dejar a un lado lo que estamos haciendo y mirar hacia atrás, y organizar algunas actividades especiales para recordar o aplaudir algo que pasó.
Si tuvieras que hacer una lista de las cosas por las cuales festejarte en esta última semana, ¿cómo se vería esa lista? ¿cuántos de esos logros cotidianos tienes identificados? Es natural que este hábito no sea parte de tu rutina diaria, al contrario de lo que hacemos con los errores y los fracasos que los recordamos una y otra vez yo he de reconocer que en más de una ocasión lo he hecho, le he dado más relevancia a los “fracasos” del día que a los logros.
Y es que cuando te pones a pensar detenidamente en los logros que tienes o has acumulado al día de hoy, podrías concluir que ninguno es tan importante o detallas algo como, mi graduación, mis hijos, mi boda, mi divorcio, mi cumpleaños, mi aniversario, mi empleo, mi emprendimiento…eso es perfecto, pero y ¿los logros diarios?
¿Qué estos ejemplos?
Esa mudanza que tanto te llevo organizar; aquel acomodo de armario; enviar ese mensaje o mail que tanto miedo te daba; despertar más temprano de tu hora normal solo por las ganas de empezar de un nuevo día; romper la desidia y hacer ejercicio; adoptar un nuevo hábito.
¿Te suenan esos ejemplos? Depende de ti elegir que logro merece ser celebrado, mi consejo, si te ha costado…CELEBRA.
Empieza a recompensar lo que realmente importa para ti. Cada vez que celebres tus éxitos, estarás poniendo tu atención en lo positivo de la experiencia, ¿cómo lo puedes identificar?
- Si has invertido tiempo, si lo que acabas de lograr te parecía imposible hace tiempo, es un logro.
- Si implicó salir de tu zona de confort, agregar esfuerzo, es un logro.
- Si trabajaste para eso, hiciste un plan, seguiste los pasos o los fuiste adecuando, los tiempos se ajustaron a tu plan, es un logro.
- Si tienes una rutina cuando meses atrás pensabas que era imposible, es un logro.
Te propongo este ejercicio, cuando algo te salga de acuerdo al plan, felicítate y celebra. ¿Qué conseguirás? Reconocerte, conectarte, agradecer, guardar la felicidad del momento activando el centro de recompensa del cerebro.
Aquí unos ejemplos para celebrarte:
- Regálate flores.
- Escribe una nota para tu frasco de la felicidad.
- Prepara un spa en casa, ducha caliente, aroma-terapia, música relajante, mascarilla…
- Ve por esa bebida especial que tanto disfrutas, café, tisana, batido, cualquiera que sea tu favorito y disfruta cada sorbo.
- Disfruta tu película favorita.
- Comparte tu logro con tus personas más allegadas.
- Da un paseo contigo, recorre con calma y disfrutando algún lugar que sea de tu agrado.
- Reinvéntate; corte de cabello, esa técnica nueva de manicura, tatuaje…
- Crea una lista de canciones poderosas, cada vez que la escuches de nuevo te sentirás poderosa y con confianza de lograr todo lo que te propongas.
- Empieza un diario, mi favorito, nada como tener una libreta en blanco para descargar ese nuevo triunfo.
Si no nos damos la oportunidad de hacer esa pausa, reconocer lo que hemos hecho y celebrarnos, se hace más difícil seguir avanzado en el camino de las metas. El celebrar nos recuerda que podemos hacer lo que nos propongamos, que no hay límites, que se puede lograr con esfuerzo, tiempo y energía, pero sobre todo con determinación.
Ahora que sabes todos los beneficios que implica celebrar, te invito a iniciar en esta nueva rutina, en cada meta por lograr identifica cuál será el premio al cumplirlo.
Cuéntame ¿Cómo te vas a celebrar hoy?
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